Por Tiare Paoa García – Voluntaria de Fundación Mujeres
En un esfuerzo por visibilizar y combatir todos los tipos de manifestaciones de violencia de género, las organizaciones de mujeres y los profesionales de la salud están cada vez más alerta a un problema crítico: la violencia obstétrica.
Esta forma de violencia impacta a las mujeres en la atención prenatal, el parto y el post parto. Se manifiesta a través de prácticas médicas abusivas, falta de consentimiento informado, prácticas deshumanizadoras, comentarios ofensivos, y en ocasiones intervenciones innecesarias que vulneran los derechos y la dignidad de las mujeres.
Según la OMS, la violencia obstétrica se define como una forma específica de violencia ejercida por profesionales de la salud (predominantemente médicos/as y personal de enfermería) hacia las personas embarazadas en labor de parto y el puerperio. Esta constituye una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las personas.
Se trata de una forma de violencia de género que ha permanecido oculta durante largo tiempo, y que en la actualidad gracias a la demanda de organizaciones sociales y de los testimonios entregados por las mujeres, ha sido reconocida por diversos organismos internacionales como otra manifestación más de la violencia estructural e institucional que emana de la cultura patriarcal y que afecta en este caso a las ciencias médicas.
Al respecto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2019, publicó un informe sobre derechos humanos y la violencia contra la mujer en los servicios de atención reproductiva en el que se señala: “El maltrato y la violencia contra las mujeres en los servicios de salud reproductiva y durante la atención del parto se examinan en el informe como parte de una forma continuada de las violaciones que se producen en el contexto más amplio de la desigualdad estructural, la discriminación y el patriarcado (…).» Consiste entonces, en una forma de violencia naturalizada, basada en un sistema de poder que promueve un trato jerárquico y deshumanizador a las mujeres por parte de los profesionales de la salud.
Algunos de los tipos más frecuentes e violencia obstétrica son:
- Falta de consentimiento informado: Las mujeres no son adecuadamente informadas sobre los procedimientos médicos, intervenciones o medicamentos que se les administran y no se les pide su consentimiento de manera adecuada.
- Deshumanización: Los profesionales de la salud tratan a las mujeres de manera impersonal, concebidas meramente como objetos o cuerpos sometidos a intervención a los que se les niega, de manera implícita, su carácter humano y sus derechos inherentes a él.
- Intervenciones innecesarias: Realización de procedimientos médicos como cesáreas o episiotomías, sin una justificación médica válida, poniendo en riesgo la salud de la mujer y del bebé.
- Negación de opciones: No considerar la opinión de las mujeres en decisiones importantes sobre su atención médica y parto, lo que les impide tomar decisiones informadas sobre su propio cuerpo.
- Falta de respeto a la autonomía: Las decisiones de la mujer son ignoradas, y se le quita el control sobre su propio proceso de parto.
- Negligencia en la atención medica: Baja calidad en la atención médica o falta de atención adecuada a las necesidades médicas o emocionales de la mujer.
Por todo lo expuesto anteriormente, desde Fundación Mujeres en el marco de la Campaña #NoConsientasLaViolenciaFM queremos denunciar la violencia obstétrica como una forma más de violencia contra las mujeres que atenta contra el bienestar y la propia autonomía de las mujeres. Si quieres consultar la campaña completa, haz click en el siguiente enlace.
Para más información puedes consultar los siguientes enlaces:
Esta actividad forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en el marco del «Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.