Buena Práctica contra la violencia de género: Mírame, soy visible

Mírame, soy visible‘ es un proyecto que la Fundación Luz Casanova lanzó en 2019 para abordar la atención, sensibilización y formación sobre violencia de género y mujeres mayores. Su implementación se ha llevado a cabo en municipios de tamaño mediano y rurales de la Comunidad de Madrid. continuando con el trabajo que la entidad desempeñó desde el proyecto  «Hazte visible, hazme visible«, que comenzó en 2017.

El objetivo de esta iniciativa consiste en reducir el impacto de la violencia de género en mujeres mayores de 60 años, a través de:

  • Visibilizar la violencia de género en mujeres mayores de 60 años y sensibilizar a la población general de la Comunidad de Madrid sobre esta problemática.
  • Formar a profesionales y voluntariado que trabajen con estas mujeres en la detección y abordaje de las violencias machistas.

Se trata de una «caja de herramientas» que la entidad pone a disposición de los ayuntamientos, incluyendo materiales de sensibilización y concienciación; una exposición fotográfica, una mesa redonda y talleres formativos en violencia de género para profesionales que trabajan con  mujeres mayores de 60 años.

De esta forma, se da visibilidad al hecho de que las mujeres de edades avanzadas que sufren violencia de género, pueden ser especialmente vulnerables por aspectos que se asocian a la edad avanzada, como el deterioro físico, posible dependencia económica del agresor, o una educación machista que fomenta el mantenimiento de la relación de violencia. En entornos rurales y de pequeño tamaño todo lo anterior se acrecienta. A lo anterior hay que sumar que con frecuencia realizan una importante tarea de cuidados dentro de la familia que no quieren abandonar al intentar salir de la relación violenta y que, además, ni los centros de emergencia ni los centros de mayores están adaptados a las necesidades específicas de este colectivo.

Según la Macroencuesta de la Violencia contra la mujer de 2015:

  • Un 22% de mujeres mayores de 65 años víctima de violencia de género ha acudido a la policía (frente a un 29% del resto de edades)
  • Un 33.8% ha accedido a algún tipo de servicio sanitario o social (frente a un 46% del resto de edades)
  • Un 67% ha comentado su situación con alguien (frente a un 77.8% del resto de edades)

Asimismo un estudio de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, realizado por la Fundación Igual a Igual, pone de relieve que las mujeres mayores de 65 tardan más de 26 años en denunciar. Los datos anteriores muestran la mayor dificultad que enfrentan estas mujeres.

Tal y como se mencionaba, el proyecto incluye una exposición itinerante con fotografías de mujeres tras las ventanas, «hay que abrirlos para que entre la luz y poder conocer las historias, largas historias de mujeres maltratadas a lo largo de su vida, aunque sus heridas no se vean, aunque la huella que esos golpes dejan sea invisible a los ojos de las demás«. De este modo, en la exposición se pretendía mostrar tanto las consecuencias internas, como por ejemplo el daño psicológico que sufren; como las dificultades externas, como la incomprensión del entorno y la desconfianza en el sistema judicial.

Anabel F. Zamora ha fotografiado a diez mujeres mayores, de las cuales algunas han sido víctimas de violencia de género; y la arquitecta Cristina Cabrerizo ha diseñado y elaborado los marcos de forma específica para los retratos.

Cabe destacar que el proyecto recibió el premio a la innovación social de EDP. quien además apoyó con financiación el plan de actuaciones del proyecto.

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