En Argentina se ha desarrollado el programa Sordas Sin Violencia con el que se pretende llegar a las mujeres que se encuentran en una situación doble de vulnerabilidad: aquella derivada del maltrato físico y psicológico que sufren a manos de sus parejas; y aquellas que proviene del acceso cerrado para actuar y denunciar en contra de ese maltrato sufrido.
Todos los movimientos en contra de la violencia de género han criticado como repercute en el lenguaje oral y escrito el machismo. La importancia de hacer visible a través del lenguaje este tipo de violencia ha sido uno de los ejes de actuación más potentes con la acuñación de términos que hicieran visibles interacciones machistas que pasaban desapercibidas por no existir palabras concretas que expresasen el sufrimiento y las situaciones de violencia a las que están expuestas las mujeres.
Se ha avanzado mucho en este campo, pero aún así, se han quedado al margen todas aquellas personas que se alejan del uso del lenguaje hablado y escrito. En el caso concreto de este artículo nos estamos refiriendo a las mujeres maltratadas física y psicológicamente sordas o hipoacúsicas sobre las que no repercute la información emitida sobre educación y prevención de violencia de género por el simple motivo de que no están desarrolladas en un lenguaje accesible para ellas.
Además, las medidas establecidas para denunciar la situación suelen ser a través del lenguaje hablado ya sea a través de los números de emergencia habilitados o los agentes de la ley y el personal judicial que carecen de conocimientos propios en el lenguaje de signos y tampoco disponen de un cuerpo efectivo de intérpretes. Estas dificultades rebajan sus posibilidades para luchar contra el maltrato casi reducida a cero.
El problema asciende a que incluso, como en el caso de Argentina, el propio lenguaje de signos no recoge conceptos como «machismo», «patriarcado», «feminismo» o «violencia de género», lo que de nuevo provoca que sea imposible poder expresar cual es la situación que padecen. Recordemos que no se usa un lenguaje universal, sino que cada idioma ha desarrollado su propio lenguaje de signos. Esto limita de por sí la capacidad de comunicar y transmitir la situación de violencia que se está viviendo.
En Argentina nació una organización llamada Sordas Sin Violencia para dar asistencia y acompañamiento a mujeres que se encuentren en este tipo de situaciones para paliar la situación de doble vulnerabilidad en el que se encuentran. Las actividades desarrolladas por esta asociación consisten en informar a mujeres sordas e hipoacúsicas de las leyes y medidas que amparan su situación y en dar asistencia durante todo el proceso.
Para más información consulta los siguientes enlaces:
-
Web: Sordas Sin Violencia
-
-
Cultura Sorda: «Violencia de Género desde una perspectiva Sorda»