Defensa de la desigualdad salarial de género por parte de un eurodiputado

Por Miriam Anta Domínguez Equipo de trabajo del Observatorio de Violencia 

Hace unos días el eurodiputado Janusz Korwin-Mikke profirió una serie de comentarios en los que defendía la brecha salarial de género apoyándose en creencias totalmente retrógradas fundamentadas en valores y estereotipos machistas.

El comentario más relevante fue el siguiente: “Las mujeres deben ganar menos porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes”. Señor eurodiputado, ¿Es una razón de peso que una persona por ser más pequeña que otra gane menos dinero? Porque si ese fuera el caso debería existir una medida estándar en todos los trabajos en los que se midiese a sus empleados y empleadas para que en función de sus centímetros su sueldo fuese mayor o menor.

Antes de este lamentable comentario ofreció lo que supongo que para él serían argumentos de peso para defender la brecha salarial, como no hay ninguna mujer entre los primeros cien jugadores de ajedrez, ¿esto significa que no hay ni una sola mujer en el mundo que no juegue bien al ajedrez?

El eurodiputado ya había exteriorizado en otras ocasiones su pensamiento machista. Una de ellas fue que las mujeres no quieren maridos pobres.

Es indignante que personas puedan hacer unas declaraciones públicas como las de este señor y quedar impunes. Es cierto que ya había sido sancionado con anterioridad por otras cuestiones, pero obviamente esas sanciones no causan un efecto positivo ni educativo en él. Esto no ha sido un caso aislado. Al ser una figura pública su transcendencia es mucho mayor que si realizase esos comentarios en un bar con sus colegas (igualmente deleznable), por ello tal vez habría que replantearse las sanciones ante este tipo de casos para abordarlas en su totalidad.

En la Eurocamara se estudia si debe ser sancionado. ¿Cómo no va a ser sancionado? Si no fuese sancionado se debería estudiar a la propia Eurocámara, ya que entre sus artículos se exije que el lenguaje y comportamiento de los y las participantes no sean difamatorios, ni racistas o xenófogos (debería incluirse el machismo en este apartado).

Este caso no es sino una muestra más de que el machismo sigue implantado en nuestra sociedad y que llega a todas partes, por eso hay que seguir actuando y no callando ante tales hechos como hizo la eurodiputada Iratxe García: “Mire, señor diputado. Según sus teorías, yo no tendría derecho de estar aquí como diputada. Y sé que le duele y le preocupa que hoy las mujeres podamos estar representando a los ciudadanos en igualdad de condiciones. Yo aquí vengo a defender a las mujeres europeas de hombres como usted”.

 

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