Por Conchi Hernández Cabrero – Equipo de voluntariado del Observatorio de Violencia
Un aspecto fundamental en la lucha contra la Violencia de Género es la detección de dicha violencia ya que muchos casos permanecen ocultos. Con este objetivo, la Comunidad de Madrid inicia una campaña de comunicación para fortalecer el papel del personal sanitario en la detección de la violencia de género. La campaña se desarrollará desde el 18 de noviembre hasta el 8 de diciembre de 2019 y consistirá en la difusión, a través de diversos medios de comunicación (cartelería, radios, prensa, medios digitales y diferentes formatos publicitarios), de los efectos que tiene la violencia de género en la salud de las víctimas.
El motivo de la campaña consiste en sensibilizar a la población general de los efectos del maltrato en la salud tanto de las mujeres como de sus hijos e hijas y, por otra parte, también pretende potenciar la imagen del personal sanitario, principalmente del personal del centro de salud por su accesibilidad y cercanía, como colectivo que puede ayudar a la mujer víctima de violencia. La consulta de atención primaria es un lugar clave para la detección del maltrato ya que las mujeres pueden acudir con frecuencia, y en este tipo de consulta se da un trato cercano y es posible establecer una relación de confianza.
En la campaña se visibilizan los diversos problemas de salud derivados de la violencia que pueden sufrir tanto las mujeres como sus hijos con el mensaje «Diagnóstico: ¿Violencia de género? Los profesionales de la salud pueden detectar de forma temprana una situación de maltrato hacia la mujer y su familia. Confía en los profesionales de tu centro de salud«.
La Organización Mundial de la Salud considera la violencia de género como un problema de salud pública, siendo un factor crucial en el deterioro de la salud de las mujeres y sus hijos e hijas. La Comunidad de Madrid, por su parte, ha elaborado una publicación sobre los efectos sobre la salud de la violencia ejercida hacia las mujeres. Entre los efectos más frecuentes en las mujeres se encuentran:
- Cambios del estado de ánimo
- Tristeza
- Baja autoestima
- Dolor de espalda o articulaciones, dolores de cabeza, musculares
- Ansiedad o angustia
- Irritabilidad
- Insomnio
- Fatiga permanente
- Pérdida de apetito
- Falta de deseo sexual
- Problemas digestivos (dolor abdominal, desórdenes gastrointestinales, colon irritable).
Otros daños posibles son:
- Daños físicos debidos a las agresiones directas (traumatismos, heridas, quemaduras, fracturas de huesos, cardenales o moratones…).
- Relaciones sexuales forzadas que producen dolor y/o infecciones de transmisión sexual.
- Trastornos asociados a la menstruación (menstruaciones irregulares, dolorosas, retención de líquidos, irritabilidad…).
- Embarazos no deseados como consecuencia de las relaciones sexuales no consentidas (violaciones). En estos casos, es más frecuente la depresión postparto, la menor duración de la lactancia natural, la escasa ganancia de peso durante el embarazo y es mayor el consumo de alcohol y tabaco que cuando los embarazos son deseados.
- Abortos espontáneos, interrupciones voluntarias del embarazo y cesáreas más frecuentes que en otras mujeres.
- El aislamiento de las mujeres de sus amistades, familia, vecindario, asociaciones y grupos sociales. Este aislamiento es una estrategia de los hombres que maltratan para mantener a las mujeres desprotegidas.
La violencia machista también tiene consecuencias sobre la salud de las hijas e hijos:
- La salud de los y las hijas siempre se ve afectada aunque la violencia se dirija a la madre y manifiestan síntomas similares a los de sus madres, como diversas lesiones físicas (moratones, heridas, cortes, fracturas de huesos…) o signos de sufrimiento emocional que se puede presentar en forma de eccema, asma, alteraciones del sueño, falta de control de orina y heces, irritabilidad, ira, baja autoestima, ansiedad, depresión, intentos de suicidio…
- Retraso en el crecimiento.
- Falta de apetito.
- Retraso en el desarrollo intelectual, en el lenguaje, y en las habilidades motoras respecto a menores de su misma edad y condición social.
- Menor rendimiento escolar.
- Suelen presentar dificultades en las relaciones y manifestar comportamientos de soledad y aislamiento.
- Pueden aprender a resolver los conflictos mediante la violencia y reproducir los comportamientos de sus progenitores.
La Comunidad de Madrid cuenta ya con un Servicio de Detección de Riesgo de Maltrato Familiar que aborda tanto el maltrato infantil, como el dirigido hacia la mujer o a las personas mayores. El personal sanitario también tiene a su disposición guías de actuación como, por ejemplo, Violencia de pareja hacia las mujeres: guía breve de actuación en los servicios de urgencias hospitalarios. Es muy importante que conozca los efectos propios derivados de la violencia contra la mujer, y sepa identificarlos para poder detectar casos maltrato, ya que estos suelen ocultarse y perpetuarse durante años hasta que la víctima decide contarlo.
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