50 mujeres fueron asesinadas en España por sus parejas o ex parejas este año, y aún quedan los meses que suelen ser de los más peligrosos según las cifras de años anteriores.
Este número se sitúa como el más alto en el mismo periodo de tiempo desde 2010, al tiempo que iguala la cantidad de victimas fatales de todo el 2022. Si se contabiliza desde 2003 el número asciende a 1.234 víctimas mortales a causa de la violencia machista. Por la alarma que genera este aumento en las cifras registradas el Ministerio de Igualdad lleva convocados cinco Comités de Crisis en 2023.
Estos números tienen una contracara que puede ser aún peor y que, al día de hoy no tiene toda la visibilidad que merece por las consecuencias que genera y que son los niños y niñas que pierden a sus madres a causa de estos asesinatos y las familias que deben hacerse responsables de ellos y ellas.
Tras el último caso confirmado el pasado 10 de octubre, son 51 los huérfanos y huérfanas de la violencia de género, solo en 2023. Nuevamente, si se toman los registros desde 2013, cuando comenzaron a contabilizarse estos casos, el número es de 428 huérfanos y huérfanas. Esta cifra ya iguala a la 2020 y supera las de 2021 y 2022 aun faltando tres meses para el final de año.
Estos niños y niñas no solo pierden a sus madres sino que atraviesan expresiones de violencia, en muchos casos continuas y durante mucho tiempo, que los acompañan durante toda su vida y que incrementan su vulnerabilidad y sus posibilidades de desarrollar una vida plena.
Es importante destacar también que estos menores no solo pierden a sus madres sino que, en la mayoría de los casos también a sus padres que son quienes perpetran estos crímenes. Esto hace que la estructura familiar se vea completamente afectada y que requiera de intervenciones especificas en cada caso. Y si bien es cierto que existen ayudas generalizadas en toda España, otras ayudas dependen de la comunidad autónoma donde haya ocurrido el asesinato, generando desigualdad entre los casos. Desde el 2016 el Fondo de Becas Soledad Cazorla intenta mitigar estas desigualdades ofreciendo becas de estudio a huérfanos y huérfanas de la violencia de género.
Los números son alarmantes y no paran de crecer. Los discursos que niegan o minimizan la violencia de género no hacen más que profundizar esta situación poniendo en riesgo la vida de miles de mujeres, niños y niñas.
Para más información consulta los siguientes enlaces:
- Fondo de Becas Soledad Cazorla
- Más vulnerables y menos protegidos: así es el día a día de los menores huérfanos de la violencia de género
Esta actividad se realiza en el marco de la campaña #EscuchaSuVoz perteneciente al proyecto “Escucha su voz” de Fundación Mujeres y el Fondo de Becas Soledad Cazorla, con la financiación del Ministerio de Igualdad.