Irene María Montero Gil, militante de Podemos que ha sido diputada por Madrid en la la XI, XII, XIII y XIV legislaturas del Congreso de los Diputados y es miembro de su Consejo Ciudadano Estatal desde noviembre de 2014, ha asumido recientemente el cargo de Ministra de Igualdad del Gobierno de España.
En su discurso de la toma de posesión del cargo, Montero ha resaltado su compromiso para con las víctimas de violencia de género y ha hecho hincapié en el esfuerzo que se hará para que no exista ninguna víctima más y no sean así ni una menos.
Sin olvidar a las feministas que han luchado durante años, a las mujeres trans y las lesbianas que aún pelean por su libertad, a aquellas que pusieron de pie el Instituto de la Mujer y a las que llevan el feminismo a las escuelas, Montero agradece y reivindica las batallas de las que hacen posible día a día un avance hacia la igualdad.
«Para vosotras es este ministerio feminista, una herramienta cargada de memoria
y que debe servir para atender las demandas de nuestro tiempo»
En su primera entrevista como Ministra, Irene menciona en Al Rojo Vivo que se ha dejado listo el anteproyecto que elimina el abuso sexual y lo convierte en agresión sexual. Acentúa también que le dará prioridad a las violencias sexuales y a la libertad sexual de todas las mujeres: «es también además una ley que si no recuerdo mal, fue la última que defendí como portavoz parlamentaria en el congreso de los diputados, la ley de libertades sexuales, la ley solo sí es sí«. ¿Y de qué forma puede incorporarse el sí es sí?, cuestionan en el programa. Pues «garantizando que no hay una distinción entre abuso y violación, que es lo que está pidiendo el movimiento feminista con profundidad en las calles.«, afirma Montero.
La ley del ‘solo sí es sí surge a partir de la unión del PSOE y Unidas Podemos y la necesidad de establecer políticas feministas que favorezcan la igualdad retributiva, combatan la violencia machista y frenen la trata y explotación de mujeres. Es decir, implementar una ley que garantice la protección de la libertad sexual, cuya normativa se encargue de «la sensibilización, prevención, detección, atención, protección y reparación» de estas problemáticas.
Montero busca, de una vez por todas, centrar el delito en la falta de consentimiento de la víctima y no en la relación de ésta para con su agresor. Y asegura que, a diferencia de la extrema derecha que cuestiona el hecho de que a las mujeres se las agrede y asesina por el simple hecho de serlo, el Ministerio de Igualdad ahora se ocupará de visibilizar esta problemática para que la violencia machista sea identificada como tal y pueda ser en algún momento erradicada.
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