El pasado 5 de mayo en una Conferencia Sectorial conjunta de Igualdad y de Infancia y Adolescencia se aprobó el «Plan de acción contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes del sistema de protección a la infancia» con el objetivo de erradicar la explotación sexual infantil en un contexto donde ésta es una violencia estructural, especialmente en población vulnerable -emocional y/o económicamente-.
Este plan, acordado entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas, presenta las bases «implementar una serie de iniciativas para prevenir este tipo de violencia contra la infancia y adolescencia tutelada o acogida por las administraciones, mejorar la atención a las víctimas de explotación sexual, y reforzar estructuralmente al sistema de protección para prevenir que se produzcan en un futuro, con especial atención a las niñas y adolescentes».
Este documento expone los siguientes principios de intervención:
- Ante indicadores de trata o explotación sexual, la actuación deberá regirse por una coordinación y colaboración interinstitucional.
- Las actuaciones institucionales y de las personas responsables deberán realizarse desde un enfoque de género.
- El tratamiento psicológico deberá ser individualizado y enfocado a garantizar el derecho a la restauración del trauma.
- Los recursos disponibles deberán ofrecer atención especializada para garantizar la reparación integral de las víctimas.
- El acogimiento familiar, en condiciones de seguridad, es la mejor alternativa para establecer entornos protectores.
- Cuando no fuese posible, el acogimiento residencial debe darse en espacios que generen sentimiento de hogar, pertenencia y seguridad; y los equipos profesionales deben tener la formación necesaria.
Las medidas propuestas en este plan, basadas en dichos principios, se dividen en dos bloques y las principales son las siguientes:
- Medidas de implementación inmediata que incluyen:
- Formación especializada en prevención y detección de explotación sexual a todas las personas trabajadoras de los centros residenciales de protección a la infancia.
- Elaboración de un protocolo para la prevención, detección precoz e intervención frente a las posibles situaciones de violencia contra la infancia
- Realización de una guía de actuación para la detección, notificación y derivación de casos de explotación sexual
- Creación de servicios especializados de atención y recuperación integral para infancia y adolescencia víctimas de explotación sexual.
- Medidas de refuerzo estructural del sistema de protección que aseguren:
- Incremento de los cuidados en la desinstitucionalización de infancia tutelada.
- Perfeccionamiento de la atención de la infancia en el sistema de protección.
- Mejora en los sistemas de información, ya que la infra-representación del problema dificulta conocer su magnitud y diseñar intervenciones adecuadas.
La explotación sexual, una violencia que sufren especialmente las mujeres y niñas, es uno de los grandes desafíos a los que debemos hacer frente como sociedad para asegurar una vida digna y sin violencia.
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