Posibles abandonos del Convenio de Estambul

El Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica o Convenio de Estambul (2011), es el primer tratado de carácter vinculante en Europa que criminaliza diferentes formas de violencia contra la mujer y establece una extensa normativa para prevenir la violencia y garantizar el derecho de la mujer a una vida libre de violencia. La ratificación de dicho Convenio por parte la Unión Europea es esencial para hacer calar el mensaje de que la violencia contra las mujeres no es aceptable en ningún lugar de Europa.

Autoría / Editado por: Consejo de Europa
Año: 2011
Sipnosis: Instrumento normativo jurídico vinculante en materia de prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica a nivel europeo elaborado por el Consejo de Europa.

Recientemente, hemos podido observar como algunos países están debatiendo su retirada del Convenio de Estambul, lo que supondría un retroceso en la protección de los derechos de las mujeres, especialmente las mujeres víctimas de violencias machistas, y en la lucha contra esta grave problemática.

Polonia

El Gobierno de Polonia -país que firmo el Convenio de Estambul en 2012 y lo ratificó en 2015-, a cargo del Partido de la Unión y la Justicia (PiS) ha anunciado su intención de revocar el Convenio de Estambul, y que se encuentran preparando lo necesario para llevar a cabo dicha intención. Alegan que dicho convenio «instruye sobre género a los niños» y, que de esta forma, se vulneran los derechos de los padres (y madres).

Así, argumentan también que consideran que el Convenio es inaceptable ideológica y legalmente, y que está escrito en un lenguaje ambiguo.

Las organizaciones y movimientos feministas se han movilizado para protestar ante la decisión del ejecutivo, bajo lemas como «No a la legalización de la violencia doméstica«, pudiendo observarse también a algunas asistentes de las movilizaciones de Varsovia con la indumentaria de El cuento de la Criada.

La activista Joanna Gzyra, del Centro de los Derechos de las Mujeres, realizó un llamamiento de ayuda a a las instituciones europeas, y expresaba la esperanza de que las movilizaciones de la sociedad civil bloquearan el avance del Gobierno en esta dirección.

Turquía

En un sentido similar, el Gobierno de Turquía está recibiendo presiones para abandonar el Convenio que nos ocupa, y ha manifestado su voluntad de hacerlo por decreto si considera que la sociedad lo desea. No obstante, algunas encuestas muestran un desacuerdo de hasta el 64% con respecto a esta decisión.

Algunos de los grupos que ejercen esta presión argumentan que «impacta negativamente a la estructura familiar y va en contra de los valores nacionales«, que se promueve la homosexualidad por utilizar el término «orientación sexual», o que «La Convención rechaza la oportunidad de llevar paz a una familia que está a punto de ser destruida por la violencia doméstica«.

Por este motivo, se han sucedido diversas manifestaciones por todo el territorio de Turquía -primer país en ratificar el Convenio de Estambul- pidiendo que las autoridades e instituciones apliquen plenamente el Convenio.

"La retirada de Turquía de este Convenio tendría consecuencias desastrosas para millones de mujeres y niñas del país y para las organizaciones que prestan un apoyo vital a las supervivientes de agresiones sexuales y violencia doméstica. Incluso el debate sobre una posible retirada está teniendo un enorme impacto adverso en la seguridad de las mujeres y las niñas"
Anna Błuś, investigadora sobre los derechos de la mujer de Amnistía Internacional

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