Por Raquel Álvarez Fernández.
Técnica de Cooperación de Fundación Mujeres Expatriada en El Salvador
Proyecto «Más Feminismo y Menos violencia»
En la actualidad 90 millones de mujeres en edad reproductiva vive en países con leyes que no permiten el aborto bajo ninguna circunstancia, incluyendo cuando la vida o la salud de las mujeres está en riesgo (1) .
El 97% de las mujeres latinoamericanas en edad fértil viven en países donde el aborto está prohibido (2), con lo que acabar con un embarazo no deseado puede acarrear graves consecuencias como la pérdida de su libertad o, en el peor de los casos, de su vida. En América Latina sólo Cuba, Uruguay, Guayana, Guyana Francesa y Puerto Rico permiten abortar sin condiciones en las primeras semanas de gestación, según el plazo establecido por sus leyes.
En cambio, los códigos penales de El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití son de los más restrictivos a nivel mundial; prohíben, sin excepciones, la interrupción voluntaria del embarazo, llegando a enfrentar las mujeres acusadas penas de hasta 30 años de cárcel.
La prohibición de interrumpir el embarazo bajo cualquier supuesto convive en estos países con altos índices de violencia sexual contra las mujeres y las penas por aborto duplican, en muchos de los casos, las penas por violación.
En el 2017 se registraron en El Salvador 19.190 embarazos en niñas y adolescentes de entre 10 a 19 años, es decir, 53 niñas o adolescentes embarazadas por día que son obligadas a parir, poniendo en riesgo sus vidas y limitando el derecho a una vida digna (3).
“Fue lo más duro que me pasó en la vida porque ya después sentía que ya no era la misma. Me daban depresiones, sólo pasaba llorando, sentía como que ya no quería existir”
“Él me contacto por redes sociales, yo tenía 13 años y él 26. Un día me dijo que me entregara a él (…) después de cada relación me daba una pastilla pero un día se le olvidó y salí embarazada”
“Nadie me ayudó, nadie me apoyó, ni mi mamá, menos mi papá, todos me dieron la espalda, entonces yo tuve que rebuscarme, ellos se avergonzaban de mí, bastante vergüenza tenían de mí” (4).
Actualmente en El Salvador aquellas mujeres que sufren complicaciones en el embarazo, que dan lugar a abortos espontáneos o a la pérdida involuntaria del bebé pueden ver sus penas extenderse varios años, si un juez tipifica el aborto como “homicidio agravado”.
Este es el caso de Evelyn Hernández, la mujer condenada por homicidio agravado en 2017 a 30 años de cárcel tras sufrir un parto extrahospitalario que tuvo como resultado un bebé muerto y que tras dos años y una anulación de sentencia resultó absuelta.
Este proceso ha visibilizado cómo la lucha feminista unida a los esfuerzos que la cooperación internacional viene realizando en el país por la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, arroja resultados positivos para la vida de las mujeres, para sentar precedentes y seguir impulsando cambios.
Hoy en día, las organizaciones feministas salvadoreñas todavía siguen impulsando la lucha para despenalizar el aborto bajo 4 causales:
- cuando el propósito es salvar la vida de la mujer gestante;
- cuando el embarazo es producto de una violación sexual o trata de personas;
- cuando exista una malformación del feto que haga inviable la vida fuera del útero;
- y cuando el embarazo es resultado de violación o estupro en el caso de una menor.
Son muchas las barreras y desafíos existentes para garantizar el cumplimiento de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos de mujeres y niñas. Por eso, es de suma importancia para Fundación Mujeres y sus socias en los distintos territorios, continuar en la lucha hacia su logro, tanto a nivel del estado español como en el ámbito internacional.
- Centre for Reproductive Rights
- Guttmacher Institute
- Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, 2019).
- Frases testimoniales extraídas de la Investigación sobre “Maternidades Forzadas en adolescentes y jóvenes” realizada en el Salvador por Fundación Mujeres y Las Mélidas.
Para más información, consulte los siguientes enlaces:
Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se va a llevar a cabo con motivo del día 28 de septiembre, Día de Acción Global un Aborto Legal, Seguro y Accesible, en el marco del proyecto “Banco de Buenas Prácticas para la prevención de la Violencia de Género y Educar en Igualdad, hacia un voluntariado 2.0 por el Buen Trato”, gracias a la financiación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, a través del IRPF “OTROS FINES DE INTERÉS SOCIAL”.
Colaboran desde el proyecto «Más Feminismo y Menos violencia» ejecutado en El Salvador conjuntamente por Fundación Mujeres y Las Mélidas con la financiación de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID)