Entrevista, traducción e interpretación realizada por Eva Gómez (Equipo del Observatorio de Violencia, Fundación Mujeres)
Continuamos con las entrevistas a defensoras de derechos de las mujeres dentro de la campaña #stopviolenciamachista. A continuación vamos a presentar a Bruna Leão Rangel, que pertenece al Coletivo Não Me Kahlo, un colectivo de jóvenes feministas brasileras que recientemente han irrumpido con mucha fuerza en el mundo del feminismo en Brasil. Durante la entrevista Bruna nos contará la interesante historia de cómo surgió su proyecto y el importante papel que jugaron las redes sociales, en un país como Brasil, donde en muchas ocasiones son el único medio para informar y empoderar a la sociedad civil.
Não Me Kahlo* está formado por un grupo de 5 mujeres, cuyo objetivo es conectar personas con interés en profundizar sobre los estudios de género, compartir ideas e historias, y también promover acciones de lucha por los derechos de las mujeres y hacer efectivos aquellos que ya han sido conquistados. Inicialmente crearon una página de Facebook y en apenas 8 meses consiguieron 150000 seguidores. Desde entonces su presencia en las diversas redes ha sido muy activa y creciente. Así mismo, han escrito el libro #MeuAmigoSecreto. Feminismo além das Redes, que trata temas como los padrones de belleza, la violencia contra la mujer, el desafío de ser madre, el aborto, el afrofeminismo, el machismo en el mundo geek o el porqué existe un odio hacia el feminismo, entre otros temas. Se trata de un libro inédito puesto que trata el tema del feminismo desde una perspectiva del mundo virtual y las redes sociales, con temas elegidos en base a experiencias compartidas por mujeres brasileras en las redes y con el objetivo común de la deconstrucción del machismo.
*significa «No me callo» ( callo en portugués es igual que el apellido de la feminista mexicana Frida Kahlo)
Es un placer volver a encontrarnos de nuevo Bruna y lo primero de todo agradecerte tu tiempo y tus palabras. Ahora, cuéntanos sobre tu vinculación con los movimientos feministas y contra el feminicidio. ¿Qué te impulsó a vincularte en la militancia?
B: No hubo un momento específico en el cual dije “voy a ser feminista”. Cuando me quise dar cuenta, ya lo era. No obstante, lo que me llevó a investigar más e informarme sobre el tema fueron los casos de acoso y machismo que veía en mi vida cotidiana y estaba cansada e indignada por todo aquello. Desde ese momento comencé a conocer a más gente que también se levantaba contra todo eso y me di cuenta de que estaba rodeada de feministas y activistas que se movilizaban contra el machismo en Brasil.
¿En qué proyecto estás involucrada? Conocemos de la existencia del libro que habéis escrito desde el Coletivo Não me Kahlo. Cuéntanos algo más sobre él y los motivos que os llevaron a escribirlo.
B: El libro surgió de una campaña a finales de 2015. Digo que surgió porque no fue algo planeado como una campaña, adquirió una fuerza descomunal en las redes sociales de forma espontánea. Al final del año, en las fiestas de Navidad, se hace en Brasil el juego del “amigo secreto/amigo oculto” (amigo invisible) para intercambiar regalos, sin decir directamente quien hizo cada regalo, pero sí dando pistas para que los demás acierten quien ha sido.
Una noche, una desconocida, a través de Twitter, se estaba quejando de que no le gustaba la persona que le había tocado el amigo invisible. Siguiendo esta declaración, decidí seguir con una serie de tweets en los cuáles indirectamente indicaba cuáles eran las características de un amigo invisible, pensando en los casos de personas reales a quienes yo había conocido, y que eran machistas o racistas.
Entonces, escribí, por ejemplo “Meu amigo secreto é contra o aborto, mas quando a namorada engravidou mandou ela abortar” (mi amigo invisible está en contra del aborto, pero cuando su novia se quedó embarazada la mando abortar) y “Meu amigo secreto não se acha racista, mas não apresenta a namorada negra para família” (mi amigo invisible no se considera racista pero no presenta a su novia negra a su familia). De ahí la idea de que las personas machistas están en nuestra vida cotidiana, en nuestra familia, trabajo, escuela, así como las personas que nos rodean en las fiestas navideñas. Desde aquel momento empezamos a recibir de nuestras seguidoras sus propias historias, siguiendo el mismo formato, y después eso se convirtió en algo mucho mayor con miles de historias compartidas en las redes sociales.
El libro surgió a partir de una invitación de la editorial. Nosotras revisamos los comentarios con el hashtag “#MeuAmigoSecreto”, cogimos algunos de los temas que estaban más presentes, como la violencia de género, el aborto o el racismo, entre otros e hicimos 12 artículos más profundizados sobre esos temas.
Ese fue nuestro mayor proyecto hasta entonces, y a partir del libro, recibimos decenas de invitaciones para conferencias y entrevistas, y comenzamos a extender este activismo más allá de las redes sociales. Nuestro próximo y más grande proyecto es transformar el colectivo Não Me Kahlo en una ONG.
Sabemos que Brasil es el quinto país del mundo con más feminicidios, 13 diarios. ¿Cómo percibes la situación actual del feminicidio/violencia contra las mujeres en Brasil?
B: El feminicidio en Brasil es infelizmente algo habitual. Vemos noticias de mujeres asesinadas por cuestiones de género de forma cotidiana. Es también un gran problema de otros países de América Latina, de ahí que nuestras vecinas iniciaran el poderoso movimiento de “Ni Una Menos”.
La violencia contra la mujer, aquí, a pesar de existir está muy invisibilizada. Está la idea de que la violencia de género no existe y hay una intensa culpabilización de la víctima. Es una situación paradójica, la mayoría de las veces los hombres creen que está mal pegar a una mujer pero después cuando se ven en el caso concreto se colocan en la posición de defensa del agresor, desacreditando y culpando a la víctima.
A pesar de haber avanzado en términos de legislación que protege a las mujeres ¿Piensas que ésto ha tenido un impacto en la vida real?
B: La principal legislación de protección a la mujer en Brasil es la “Lei Maria da Penha”, denominada así en homenaje a una brasileña que sufrió dos tentativas de homicidio por parte de su ex-marido, en una de ellas, trató de electrocutarla. Como resultado de las agresiones quedó parapléjica. El caso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que solicitó a Brasil la creación de legislación en materia de violencia de género.
La ley, como un todo, es positiva. Se crearon delegaciones especializadas para atender a las mujeres víctimas de violencia de género, protocolos para seguir en ese tipo d protección de carácter urgente (como la obligatoriedad del agresor de no tener contacto alguno con la víctima …) y facilita el divorcio en estos casos, entre otras medidas. No obstante, aun teniendo la ley, las medidas son ineficaces. No existe una delegación especializada en todas las ciudades del Brasil y en las ciudades que existen, muchas veces no son suficientes. La mujer sufre violencia por parte de su compañero y después al intentar denunciar, en las delegaciones. Las medidas de protección en muchas ocasiones son insuficientes y es común ver casos en los que las mujeres fueron asesinadas por no cumplirse las medidas restrictivas. A pesar de la legislación, que tiene un enfoque preventivo, no se ha percibido una disminución en términos reales del número de feminicidios y casos de violencia de género. Además de conseguir que la legislación sea más eficaz, pensamos principalmente que más que un problema legislativo es un problema social y cultural. Por lo que más que cambiar la ley se trata de cambiar la educación y existe una importante barrera para hablar de este tema en las escuelas brasileras.
Por otro lado, la violencia hacia las mujeres afrodescendientes es mucho mayor ¿No es cierto? ¿Desde vuestro colectivo que papel juegan las mujeres afrodescendientes y el afrofeminismo?
B: Si. En el norte de Brasil la violencia hacia las mujeres blancas disminuyó aproximadamente un 10 % mientras que en el caso de las mujeres afrodescendientes creció un 54 %. Por lo que no hay forma de analizar el tema de la violencia contra la mujer en Brasil sin tomar en consideración la raza y la clase. Nuestro objetivo es siempre analizar cuestiones no solo bajo la perspectiva de género, sino también de raza y orientación sexual, pues son factores que se entrecruzan.
En cuanto al tema de las redes sociales y el feminismo a través de las redes, que se han convertido en un asunto central de vuestro activismo, ¿Nos podrías explicar un poco más el papel que éstos ejercen y vuestra visión de cara a extender las ideas feministas?
B: Las redes sociales cumplen un papel muy importante en la propagación de la información. Es en muchas ocasiones el único espacio que tenemos. Por ejemplo, pueden negar un espacio para nuestras ideas en los medios de carácter tradicional, pero podemos transmitir ese mensaje a través de las redes sociales. Existe, como dije, una enorme barrera para discutir el tema de género en las escuelas brasileras, pero los jóvenes pueden tener contacto con esos temas gracias a las redes sociales. Las redes posibilitan que la información llegue y sea transmitida con mucha facilidad, y eso es algo muy positivo.
No obstante, tiene algunos aspectos negativos también. No conseguimos hacer llegar aquellas informaciones más profundas a través de las redes. El formato de las redes privilegia las informaciones rápidas y breves frente a la gran cantidad de información que existe. No hay forma de leer un texto de 20 páginas en una timeline de Facebook. Nadie se pararía a leerlo. Lo peor de las redes sociales es que también posibilitan la diseminación de informaciones falsas en contra del contenido feminista, así como informaciones misóginas.
La situación actual de Brasil es muy compleja y más aún para la mujer ¿Cómo lo percibes?
B: Brasil se enfrenta a una crisis institucional y política extremadamente preocupante. Estamos viendo como el gobierno no elegido de Michel Temer esta llevando a cabo medidas de austeridad y recortes en los gastos sociales que van a impactar principalmente en la población más pobre de nuestro país, principalmente en la mujer afrodescendiente, que supone el sector más pobre de nuestra sociedad. Tenemos además un cuerpo legislativo muy conservador. No vemos perspectiva de mejora alguna en la vida de las mujeres que puedan exigir apoyo institucional del poder legislativo, ya que sabemos que eso no va a ocurrir .
Finalmente, ¿cuál crees que debería de ser la hoja de ruta para que la sociedad entendiera y abordara este problema como se merece?
B: Creo que eso debiera ser discutido de forma larga y tendida. Especialmente en las escuelas. No veo posible ningún cambio en el largo plazo que sea eficaz y significativo si no se comienza por una educación que incluya una perspectiva de las cuestiones de género. Cuando se intenta discutir esto en la escuela, los conservadores se revelan, principalmente aquellos más religiosos. En el Congreso, existe un grupo de políticos que forman la “bancada evangélica”, y que por ejemplo se unen para tirar cualquier propuesta como esta. Ellos creen que introducir la cuestión de género en la escuela es enseñar a los niños a ser homosexuales o que va contra los “valores morales de la familia”, que estarían enseñando a los niños a ser niñas y a las niñas a ser niños. A eso llaman la “ideología de género”. Es absurdo, pero ellos tienen el poder para tirar cualquier tipo de legislación más progresista en este sentido. Por ello, nos apoyamos en que, ante la falta de apoyo institucional y ante la falta de representatividad que hay en el Congreso ( a pesar de ser la mitad de la población brasilera mujeres, solo un 10% del congreso o del Senado está compuesto por mujeres), contamos con la movilización de la sociedad civil para poder alcanzar nuestros objetivos.