Protocolo Cero: una herramienta de protección a mujeres víctimas de violencia de género que no denuncien

El Ministerio del Interior ha elaborado un nuevo protocolo que ha entrado ya en vigor, denominado Protocolo Cero, destinado a orientar la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante el conocimiento de un caso de violencia de género o el quebrantamiento de una medida de protección, independientemente de que la víctima no quiera presentar una denuncia.

Esta medida se ha puesto en marcha ante la dura realidad que nos muestran los datos: aproximadamente el 80% de las víctimas de violencia de género no denuncia, y cuando lo hacen, tardan 9 años de media; tal y como ponía de manifiesto la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019. Estos datos coinciden con los recabados sobre las 33 mujeres asesinadas en lo que llevamos de 2021. El Protocolo Cero pretende dar respuesta a esta problemática, y se enmarca en el Catálogo de Medidas Urgentes del Plan de Mejora y Modernización contra la Violencia de Género que refuerzan el Sistema VioGén, y que aprobó el Consejo de Ministros el pasado mes de julio.

El Protocolo supone una herramienta que se dirige a recoger y valorar información relativa a cada caso, como los testimonios de familiares e integrantes del entorno social de una víctima, para evaluar el riesgo potencial y adoptar mecanismos policiales de protección adecuados, no condicionados a la interposición de una denuncia previa.

Indicadores de riesgo a investigar

El protocolo incluye un decálogo para guiar a los y las agentes acerca de la información que deben recabar, que incluye los siguientes indicadores a los que deben prestar especial atención:

  • Episodios de violencia física, incluso sin lesión, con especial atención a signos en la zona del cuello.
  • Uso de armas para agredir o amenazar a la víctima.
  • Indicios de reiteración en los episodios de violencia, a través de las manifestaciones realizadas por la víctima, el agresor u otras fuentes de información.
  • Sospechas de que  los hechos actuales u otros previos pueden estar motivados total o parcialmente por los celos del agresor.
  • Existencia de algún tipo de conducta de control y/o acoso por  parte del presunto agresor.
  • Faltas de respeto o conductas desafiantes hacia el personal policial por parte del presunto agresor.
  • Daños en el lugar de los hechos provocados por el presunto agresor.
  • Posibles trastornos mentales del agresor u otros indicios de conducta anterior como especial impulsividad o agresividad con alteraciones del comportamiento. Se recomienda prestara tención a tentativas de suicidio o adicciones a sustancias tóxicas. Este examen debe hacerse también con la víctima.
  • Expresión reciente de la víctima de su intención de ruptura hacia el agresor.
  • Percepción de la víctima sobre si el agresor es capaz de agredirla con mucha violencia o matarla.
  • Existencia de menores expuestos a cargo de la víctima y, en su caso, elementos que indiquen que han sufrido amenazas a la integridad física o violencia por parte del presunto agresor. En caso de que haya menores, su seguridad será prioritaria.

Se alienta también al personal policial a tener en cuenta durante los contactos con las víctimas, que la preocupación por su propia seguridad puede afectar a la información que proporcionan en la investigación. La guía incluye recomendaciones sobre cómo actuar en las dependencias policiales, en el caso de que la víctima acuda a las mismas. Finalmente, se recuerda que antes de abandonar el lugar del suceso deben informar a la víctima de los teléfonos y recursos próximos disponibles, especialmente  aquellos que ofrecen atención inmediata y confidencialidad.

Asimismo, desde la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género se solicita al personal del ámbito sociosanitario a una mayor proactividad para poder activar el protocolo ante el conocimiento de algún caso de violencia, recordando que muchas mujeres acuden antes a servicios sanitarios y/o social que a recursos policiales y judiciales; lo que debe de acompañarse de la formación necesaria para que los y las profesionales puedan detectar casos de violencia de género.

Si eres víctima de violencia de género, o has sido testigo de un caso, puedes consultar los pasos a seguir en la siguiente Guía de actuación frente a la violencia machista.

Para más información consulta los siguientes enlaces: 

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