En una anterior publicación, realizada en este mismo Observatorio, nos referíamos a cómo la inteligencia artificial era utilizada adversamente por el machismo para degradar a la mujer, con las famosas Deepfakes, que es el término anglosajón para las imágenes falsas, estáticas o de vídeo generadas por inteligencia artificial, con plataformas de diversión que no eran castigadas por el Estado de Derecho, convirtiéndose en un nuevo negocio en las redes sociales. Pues bien, ahora parece ha dado un revés y podemos mencionar satisfactoriamente que se está probando muy «a contrario sensu» esa inteligencia artificial como herramienta en acciones de prevención contra la violencia machista.